El amigo de todo el mundo no es un amigo.
La poesía es más profunda y filosófica que la historia.
Todo acto forzoso se vuelve desagradable.
No hay que prestar atención a quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.
Que lo irracional se deja en cierto modo persuadir por la razón.
Como la vista en el cuerpo, la inteligencia en el alma.
Estimamos suficiente lo que por si solo hace deseable la vida y no necesita nada.
Solo hay una fuerza motriz: el deseo.
El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto.
El ser inmóvil mueve como objeto del amor, y lo que él mueve imprime el movimiento a todo lo demás.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.
Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.
Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes.
El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
Lo que tiene alma se distingue de lo que no la tiene por el hecho de vivir.
Avaro es el que no gasta en lo que debe, ni lo que debe, ni cuando debe.
Lo que está en nuestro poder hacer, también está en nuestro no poder hacerlo.
Pues es imposible o no es fácil hacer el bien cuando se está desprovisto de recursos.