No debemos confiarnos en aquellos que presumen de generosos con el bien ajeno.
Los verdaderos amigos se encuentran en las desgracias.
Cuando se necesitan brazos, el socorro en las palabras no sirve de nada.
Los Estados que abandonan fácilmente a sus jefes no se dan cuenta que en seguida acaban sometidos por sus enemigos.
Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada.
Los malvados suponen que ya os hacen bien con no haceros nada malo
Ningún acto de amabilidad, no importa si es pequeño, será desperdiciado
No solo las plumas bonitas hacen bello a un pájaro.
Solo los cobardes insultan al Rey muerto
La zorra y el espino Una zorra saltaba sobre unos montículos, y estuvo de pronto a punto de caerse. Y para evitar la caída, se agarró a un espino, pero sus púas le hirieron las patas, y sintiendo ...
Las apariencias, a menudo, engañan.
Desde entonces a Eros y el pudor no se les volvió a ver juntos.