Siempre he considerado la decadencia de ser tan maravillosa y rica expresión de la vida como el crecimiento.
No hay nada extraño en el miedo: no importa en qué disfraz se presenta es algo con lo que todos estamos tan familiarizados que cuando aparece un hombre que no tiene que estamos a la vez esclavizados...
Detrás de cada creación, lo apoyan como un arco, es la fe. El entusiasmo es nada: va y viene. Pero si uno cree, entonces los milagros ocurren.
La imaginación es la voz del atrevimiento. Si hay algo divino de Dios es eso. Se atrevió a imaginar todo.
Lo que no es en la calle abierta es falsa, derivada, es decir, la literatura.
La gran obra debe ser inevitablemente oscura, con excepción de los muy pocos, a los que como el propio autor se inician en los misterios. Comunicación a continuación, es secundaria: es perpetuació...
Los teutones han estado cantando el canto del cisne desde que entraron a las filas de la historia. Ellos siempre han confundido la verdad con la muerte.
No hay salvación en ser adaptado a un mundo que es una locura.
La vida, como se le llama, es para la mayoría de nosotros una larga postergación.
Análisis trae sin poderes curativos en su tren, sino que simplemente nos hace conscientes de la existencia de un mal que, por extraño que parezca, es la conciencia.
En lugar de preguntar '¿Cuánto daño será la obra en cuestión lograr? ¿por qué no preguntar '¡Cuánto bien? Cuánta alegría?
Al ampliar el campo del conocimiento, sino que aumenta el horizonte de la ignorancia.
Las morales, ética, leyes, costumbres, creencias, doctrinas - estos son de importación insignificante. Todo lo que importa es que los milagros se convierten en la norma.
Cada hombre tiene su propio destino: el único imperativo es seguirlo, aceptarlo, no importa dónde le lleva.
Vivimos en la mente, en las ideas, en los fragmentos. Ya no bebemos en la música exterior salvaje de las calles - solo recordamos.
No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo.
La mente despierta es el menos útil en las artes.
El objetivo de la vida es vivir, y vivir significa estar consciente, gozosamente, borracho, sereno, divinamente consciente.
El mundo es el espejo de mi mismo morir.
Los Angeles le da a uno la sensación de un futuro con más fuerza que cualquier ciudad que conozco. Un mal futuro, también, como algo salido de la imaginación débil de Fritz Lang.