La ira es una locura de corta duración.
La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera.
La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes.
Consigue dinero ante todo, la virtud vendrá después.
El pueblo me silba, pero yo me aplaudo. (Populus me sibilat, at mihi plaudo)
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía...
No hay nada inaccesible a los mortales.
Lo que hace falta es someter a las circunstancias, no someterse a ellas.
La palabra una vez hablada, vuela y no torna.
Todo tiene sus límites.
¿Quién es libre? Solo el que sabe dominar sus pasiones.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Mezcla a tu prudencia un grano de locura.
Todos los tiranos de Sicilia no han inventado nunca un tormento mayor que la envidia.
Es un error afligirse sin cesar
El bueno odia el pecado por un amor innato a la virtud
Como la pintura, así en poesía.
Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre
Gobierna tu mente, o ella te gobernará a ti.
Todo aquello que está debajo de la tierra, el tiempo lo sacará a la luz del sol