La caricia adormece, y a una región conduce más cercana a la tierra, a su silencio y sueño, bien tendidos, dichosos.
Sus caricias son sueños, entreabren la muerte, son lunas accesibles, son la vida más alta.
Aquel amor aun vibra bajo el impulso de una imagen, mero fantasma.
Las Doce En El Reloj
Dije: ¡Todo ya pleno!
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
el amor era sol.
Entonces, mediodía,
un pájaro sumió
su cantar en el vie...
¡Tú, tú, tú, mi incesante primavera profunda mi río de verdor agudo y aventura!.
Los Fieles Amantes
Noche mucho más noche: el amor ya es un hecho.
Feliz nivel de paz extiende el sueño
como una perfección todavía amorosa.
Bulto adorable, lejos
ya, se adormece,
y a su candor en...
¡Qué alegría ser así dos historias en un cuento!.
Y los ojos prometen mientras la boca aguarda.
El espíritu invade mi existencia con poder soberano.
La soledad no es tan triste. Ser es también no haber sido.
Calor, amor. La historia tras la puerta.
Pero más, más ternura trae la caricia. Lentas, las manos se demoran, vuelven, también contemplan.
Gentes que me son extrañas: esas que me creen solo sin ver que tú me acompañas.
La memoria, malla a malla, me cubre armando su mundo. Interior, mi noche calla. En tu recuerdo me hundo.
¿Habrá un fin al saber?. Nunca, nunca. Se está siempre al principio de una curiosidad inextinguible frente a infinita vida.
¡Eres! Y tan desnuda, tan continua, tan simple que el mundo vuelve a ser fábula irresistible.
¡Tú más aún: tú como tú, sin palabras toda singular, desnudez única, tú, sola!.
Ya te lo decía yo. Era imposible el olvido. Fuimos verdad. Y quedó.
Dormías, los brazos me tendiste y por sorpresa rodeaste mi insomnio.
Cada vez que me despierto mi boca vuelve a tu nombre como el marino a su puerto.