Camino a la riqueza de benjamin franklin
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El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
Él no es poseido por la riqueza, el la posee.
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
Un camino de mil millas comienza con un paso.
Es solo cuando los ricos son enfermos que se sienten plenamente la impotencia de la riqueza.
La riqueza no es el que la tiene, sino de aquel que lo disfruta.
Él no posee la riqueza, sino que lo posee.
Es contrario a las buenas costumbres hacer callar a un necio, pero es una crueldad dejarle seguir hablando.
La peor decisión es la indecisión.
De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.
La inversión en conocimiento paga el mejor interés.
Nunca ha habido una buena guerra ni una mala paz.
El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio.
Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él; préstalo a tu amigo y lo perderás.
Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos.
Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.
La honestidad es la mejor política.
Después de las derrotas y las cruces, los hombres se vuelven más sabios y más humildes.
En los tratos entre los hombres la verdad, la sinceridad e integridad son de mayor importancia para la felicidad en la vida.
¡arriba, haragán!¡no desperdicies la vida!ya dormirás bastante en la sepultura.
Bien hecho es mejor que bien dicho.
En su propio país un genio es como el oro en la mina.
Al jugar al ajedrez entonces, podemos aprender: Primero, previsión... Segundo, prudencia... Tercero, cautela... Y al final, aprendemos del ajedrez el hábito de no ser desanimados por apariencias mal...
Todas las guerras son incomprensibles, caras y muy malas.
O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos.
La admiración es hija de la ignorancia.
El primer error que se comete en los negocios públicos es consagrarse a ellos.
El cielo cura y el médico cobra la minuta.
Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.
El que vive de esperanzas, muere de sentimiento.
La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
El hombre descontento no encuentra silla cómoda.
Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.
Bastante, significa un poco más de lo que cada uno posee.
Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.
Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.
Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?.
