Efrain huerte pecho a otro. Encuentra docenas de efrain huerte pecho a otro con fotos para copiar y compartir.
A La Orilla Del Sueño
A la orilla del sueño algo de mí despierta
Brasas que miran la otra parte que
como siempre
duerme
Hay una barca que se abre ante el mar como una espera
Hay una vertical somb...
Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Callad, amantes, y ocupad el labio con el beso. No pronunciéis palabras vanas mientras se busca vuestro corazón en otro pecho, jadeante y pobre como el vuestro, ya al filo de la aurora
Tan pronto como me tendí en la cama tomé conciencia del silencio pavoroso de la queda. No puedo imaginarme otro silencio igual en el mundo. Un silencio que me oprimía el pecho, y seguía oprimiendo...
En un súbito impulso se abrazaron, se abrazaron, se abrazaron. Metiendo cada uno en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones. Se sintieron latir, se soltaron y, sin más palabras, el viej...
Eres, Amor...
Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres el...
Elegía
Ahora te soñé, así como eras: sin deslices en la voz,
con inmóviles sombras en los brazos
y tus genitales segundos de estatua.
Así como eres todavía: copiándote a ti misma,
cuando no e...
Inundación
El río trajo troncos y lúbricos helechos:
la creciente mantuvo mi memoria anegada.
La inundación es gris. La niebla húmeda nada
entre ruinas y patos y lúgubres desechos.
Mundos roto...
Tú rompiste disfraces y máscaras de tal modo que nos tocamos uno al otro.
Galope Súbito
A veces cruza mi pecho dormido
una alada magnolia gimiendo,
con su aroma lascivo, una campana
tocando a fuego, a besos,
una soga llanera
que enlaza una cintura,
una roja invasi...
Geografía Humana
Mirad mi continente contenido
brazos, piernas y tronco inmesurado,
pequeños son mis pies, chicas mis manos,
hondos mis ojos, bastante bien mis senos.
Tengo un lago debajo de la fre...
Kennamore Street
Yo quiero que tú sufras lo que sufro:
aprenderé a rezar para lograrlo.
Yo quiero que te sientas tan inútil
como un vaso sin whisky entre las manos;
que sientas en el pecho el cor...
Ladridos Jadeantes En El Césped
Ladridos jadeantes en el césped
le hacen mirar, con el calor el día
va rodando a su fin y de las rosas
sube un olor, y una inquietud constante.
En el silencio rueda...
Absoluto Amor
Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa
como un violeta ...
El pecho está lleno de muchas cosas para decirte. Hay momentos en que me parece que el idioma no es nada.
Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celeste, la conciencia.
Estuario
Opresora. Todo lo aprisionas
con tu lengua y pasos de giganta,
¡oh! desconocida ¡oh! luminosa
hija de Arpios hecha de jade y miel.
Cárcel doy a tu pálida
presencia, gacela ojos de tigre,...
Línea Del Alba
III
Tienes la frente al alba:
ella cuenta los poros de tu cuerpo,
en las laderas del sueño,
con los hombros quemados.
En el alba se vierte la costumbre del alma,
se agita el pulso ...
Nacimiento Del Potro
El potro negro del deseo
Ancho Impaciente Sudoroso
viene
Sus cascos firmes quiebran la hojarasca
La hierba tierna tiembla y se marchita
con la caricia humeante de sus belfos
Ro...
Yo Soy Tu Indómita Gacela
Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus ...
Mi Cinturón Aprieta Tu Cintura...
Mi cinturón aprieta tu cintura,
y tu sonrisa, mi corazón.
Sobrevolamos las islas indecibles
ya nuestro paso las nubes se disipan.
¿Cómo regresar al beso y la ar...
A Asunción
Mire usted, Asunción: aunque algún ángel
metiéndose envidioso,
conciba allá en el cielo el mal capricho
de venir por la noche a hacerle el oso
y en un acto glorioso
llevársela de aq...
El Retorno
Fue tan grande y amargo mi despecho,
y fue tu angustia en el adiós tan poca,
que al recordar la herida de tu boca
soñé con otra igual para mi pecho.
Mas hoy depongo mi rencor. Sospecho...
Marta Y María
Una cosa, amor mío, me será imprescindible
para estar reclinada a tu vera en el suelo:
que mis ojos te miren y tu gracia me llene;
que tu mirada colme mi pecho de ternura
y enajenada...
AMANTES
He querido recorrerte Bajo la luna, cubrir tu ser y sentir tu piel,
con el simple roce de tus manos, me vienen a la mente expandidos deseos de convertirme en tu camisa, para lucirme en...
¡Y LLEGÓ LA HORA!
No, y no. Yo no te quiero perder...
Sin tus llamados, sin tus enojos;
no será lo mismo.
Hermano Santo, cuánto me duele
Que tus consejos no tenga yo.
Te juro que aquí en ...
Mi regalo.
Quise regalarte mis manos, para cuando necesitases levantarte.
Mis brazos y me pecho para cuando estuvieses triste y ansíes un poco de cariño.
Quise regalarte mis ojos para cuando la...
Mi vida estaba vacia
como el caliz de una pena
sin fuego y sin alegria
la sed mi cuerpo abrasaba
ciego los ojos tenia
era el pecho el loza fria
que en el corazón pesaba
mi coraz�...
Y a mi pecho volvieras la calma que otro tiempo gozó placentero, y hoy le niega el destino severo insensible a las penas del alma.
Así, una memoria sigue a otro hasta que el guion olas juntos sobre nuestras cabezas, y un profundo suspiro hincha el pecho, lo que nos advierte que nos hemos olvidado de respirar en medio de estos pe...
Todos los pensamientos , todas las pasiones, todos los placeres,
Lo que suscita este cuerpo mortal ,
Todos son sino ministros de amor ,
Y alimentar a su fuego sagrado .
Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas
la mitad de la luna.
Girante, errante noche, la cavadora de ojos.
A ver cuántas estrellas trizadas en la charca.
Hace una cruz de luto entre m...
Otro año ha pasado, brindo por estar un día más con la gente que verdaderamente ha influido en el camino de mi vida.
El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre ellos otros.
Es centro del demonio el pecho del pecador.
No hay cosa más excusada y aun perdida que el contar el miserable sus desdichas a quien tiene el pecho colmado de contentos.
No amaba menos, sino al contrario. Pero el peso del amor, como el de un brazo tiernamente posado sobre un pecho, se hacía cada vez más difícil de soportar
El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses. Posee la segunda visión, las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y de la imaginación...
No hay perdón para los actos de odio. El puñal que se clava en nombre de la libertad, se clava en el pecho de la libertad.
No sé nada de mi corazón, no sé sise detuvo en mi pecho o vaga alrededor de vos.