Enemigo. Encuentra docenas de enemigo con fotos para copiar y compartir.
Preferiría perder a mi mejor amigo antes que a mi peor enemigo. Ya sabe usted que para tener amigos solo se necesita ser bondadoso; pero cuando a un hombre no le queda un enemigo es que debe de haber...
A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hac...
Hay maridos tan injustos que exigen de sus mujeres una fidelidad que ellos mismos violan, se parecen a los generales que huyen cobardemente del enemigo, quienes sin embargo, quieren que sus soldados s...
La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo.
Si quieres tener enemigos, supera a tus amigos; si quieres tener amigos, deja que tus amigos te superen.
Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
El abogado es un hábil caballero que se ocupa de cuidar nuestros bienes de nuestros enemigos para poder quedárselos él.
El peor enemigo es el traidor.
Si pudiéramos profundizar en la vida intima de nuestros enemigos, encontrariamos tanta tristeza y sufrimientu que desarmarían cualquier hostilidad nuestra.
El enemigo solo empieza a ser terrible cuando empieza a tener razon.
Un príncipe. . . Jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.
No hay nada que sea más amenazador que la felicidad, y cada beso que damos puede despertar un enemigo.
Además de perdonar a tus enemigos, ríete de ellos. La risa es el gran antídoto contra los venenos del espíritu.
El enemigo no es nuestro ambiente, está en nosotros mismos.
Consulta el ojo de tu enemigo, porque es el primero que ve tus defectos.
¿no tienes enemigos? ¿es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?.
El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
Que en lugar de apuntar hacia un enemigo difuso, es mejor esperar que se torne en amigo, es mejor contar hasta diez con el palo en la mano, es mejor dejar una salva para mañana.
Hay que presentarse ante los enemigos y ponerles buena cara; si no, creen que se les teme y eso les hace intrépidos.
No existe peor enemigo que un mal consejo.
Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.
Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a si mismo.
Si no tienes un enemigo dentro, poco podrán hacer los enemigos de fuera.
Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.
Los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos.
A los enemigos, bárreles el camino.
Si dices que lo tienes en un puño… muy pequeño ha de ser tu enemigo!.
No queremos ricos, no queremos sacerdotes ni gobernantes; no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con ley a esos bribones, ni malvados que...
Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo.
El que domina su cólera domina su peor enemigo.
La guerra es un acto de violencia que intenta obligar al enemigo a someterse a nuestra voluntad.
El hombre sensato obtiene más de sus enemigos que el necio de sus amigos.
El principal enemigo de la creatividad es el buen gusto.
El verdadero enemigo te transmite un valor sin límites.
Nuestro ridículo defecto nacional es no tener mayor enemigo de nuestro éxito y de nuestra gloria que nosotros mismos.
Un hombre de Estado divide a los seres humanos en dos especies, primero instrumentos, segundo enemigos. Propiamente no hay para él, por tanto, más que una especie de seres humanos: enemigos.
Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo.