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Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo.
Es más necesario estudiar a los hombres que a los libros.
He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma.
Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros.
La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mi.
La enorme multiplicación de libros, de todas las ramas del conocimiento, es uno de los mayores males de nuestra época.
Revisores profesionales leen muchos libros malos en el ejercicio de sus funciones que consiguen un deseo malsano para detener frases.
La gente que escribe libros, rara vez son intelectuales. Los intelectuales son gente que hablan sobre los libros que han escrito otros.
La acción es lo único que tiene valor. Soñar que se juega al tenis no es nada. Leer libros de tenis no es nada. Jugar al tenis es un gran placer.
He preferido estudiar los libros que a los hombres.
Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.
Se ha de leer mucho, pero no muchos libros; ésta es una regla excelente.
He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.
Sé que para conseguir papel hay que talar árboles y nuestro mundo peligra con ello, pero tengo más miedo del día en que desaparezcan los libros.
El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza.
Hay más tesoros en los libros que en todo el botín de los piratas de la Isla del Tesoro.
Los amantes son como los libros; si los poros sobre ellos son demasiado, se duermen y se hacen no aptos para la compañía, pero si se usa con discreción, son los más en forma para una conversación...
Qué progresos estamos haciendo. En la Edad Media me habrían quemado. Ahora se contentan con quemar mis libros.
Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos.
Deseara yo que los libros se hiciesen para enseñar en vez de eso se escriben para hacer alarde de saber.
Libros: Siempre maestros de mi vida, siempre fieles amigos.
Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá?. Y ante ciertas personas, uno se pregunta. ¿qué leerán?. Y al fin, libros y personas se encuentran.
Hay libros que son para el público y libros que hacen su propio público.
Crecí besando libros y pan. . . Desde que besé a una mujer, mis actividades con el pan y los libros perdieron interés.
Los libros no deben clasificarse nunca. Clasificarlos es una ciencia, pero no clasificarlos es un arte.
La divinidad está en ti, no en conceptos o en libros.
Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
No es posible vivir sin libros.
Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos.
Me gusta extraviarme a mí mismo a través de otras mentes. Cuando no estoy pensando, estoy leyendo. Soy incapaz de sentarme y ponerme a pensar. Los libros piensan por mí.
El autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que solo habla de sus hijos.
Los libros solo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
Mis libros siempre están a mi disposición, nunca están ocupados.
Me dicen que no soy una mujer de este siglo, al gustarme la lectura pausada, y yo insisto que los pesados son los libros frívolos.
Lee los buenos libros primero; lo más seguro es que no alcances a leerlos todos.
Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con quienes nos encontramos.
Los libros constituyen un mundo mejor dentro del mundo.
Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.
Estudia las frases que parecen ciertas y ponlas en duda.