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La superstición en que fuimos educados conserva su poder sobre nosotros aun cuando lleguemos a no creer en ella.
Dos cosas llenan el animo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con mas frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mi y la ley moral en...
Llueve. Y el agua cae sin relieve sobre las piedras, ávidas de lluvia. Aquí en mi corazón, cómo remueve; aquí en mi corazón, cómo diluvia.
El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.
El arte es sobre todo un estado del alma.
El cambio de moda es el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico.
Nuestras ilusiones no tienen límites, probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
La esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra: sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes.
La libertad no es posible más que en aquellos países donde el derecho predomina sobre las pasiones.
Quien lleva toda su vida a su mujer sobre la espalda, cuando la deja en el suelo, ella dice: ¡estoy fatigada!.
Gran parte de las experiencias que he hecho sobre mí mismo las hice observando las particularidades de los demás.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada. Y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Estas páginas accesorias con las que suele ser costumbre presentar las nuevas salidas de los libros, se agostan sobre la marcha y con ellas no valen vitaminas, ni testovirones, ni paños calientes.
Nunca he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad ejerciendo el poder sobre otros.
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
Uno puede apoyarse sobre su puesto, pero no sentarse en él.
Con frecuencia, algunos buscan la felicidad como se buscan los lentes cuando se tienen sobre la nariz.
No admitir corrección ni consejo sobre la propia obra es pedantería.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un...
El miedo reina sobre la vida.
La Navidad agita una varita mágica sobre el mundo, y por eso, todo es más suave y más hermoso.
Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella.
Quien escribe gusta del halago, pero el escritor en cambio, ha de aprender a gozar con el arrecio, con el golpe de martillo sobre el yunque de su obra. Solo así podrá forjar aiestos.
Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.
La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fue fundado.
La historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se v...
Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia.
Incluso en el trono más alto, uno se sienta sobre sus propias posaderas.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!.
Hollywod es como estar en ningún lugar hablando a nadie sobre nada.
Las frases no son para analizarlas, si no para aplicarlas en la vida.
Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.
La alegría es pena que se disimula; sobre la tierra no hay más que dolores.
Si quieres miel no des puntapiés sobre la colmena.
Cuando se tienen 20 años, uno cree haber resuelto el enigma del mundo; a los 30 reflexiona sobre él, y a los cuarenta descubre que es insoluble.
Soberano es aquel que decide sobre el estado de emergencia.
Mi forma de llamar la atención es igualándome con la gente. Siempre trato de transmitir que no soy un superstar, que no soy alguien importante por encontrarme sobre un escenario.
No escribo sobre mis experiencias, sino desde fuera de ellas.
La vida ofrece a cada criatura su copa de amargura.
La amargura procede casi siempre de no recibir un poco mas de lo que se da; del sentimiento de no efectuar un buen negocio.