Frases celebres de temor de seneca. Encuentra docenas de frases celebres de temor de seneca con fotos para copiar y compartir.
Sepultura es de ingenios la sensualidad.
Alivio es de trabajos el reposo.
El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo.
No hace buenas obras el que contra su voluntad es útil.
La virtud aborrece a los espíritus bajos.
No quiere el que tarde quiere.
El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera.
Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.
¡Estudia! No para saber una cosa más, sino para saberla mejor.
Vencer sin peligro es ganar sin gloria.
La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.
A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde.
Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.
El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.
Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores.
Jamas se descubriria nada si nos considerasemos satisfechos con las cosas descubiertas.
El tiempo descubre la verdad.
Siempre es peor al día siguiente.
El ardimiento juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana.
El que teme es un esclavo.
Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos.
Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.
Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.
En cualquier adversidad, lo peor es haber sido feliz.
El hombre es un animal racional.
Parte de la curación está en la voluntad de sanar.
El hombre y la mujer han nacido para amarse, pero no para vivir juntos. Los amantes célebres de la historia vivieron siempre separados.
El éxito consiste en vencer el temor al fracaso.
No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.
No ha aprendido las lecciones de la vida quien diariamente no ha vencido algún temor.
Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar.
Y si me interroga en la hora final, dile que sonreí de temor a que él llorara.
¿quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.
Vuelvo a vos, con mi deseo, con mi temor.
No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos.
Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de inferioridad.
Siempre se ha de conservar el temor, más jamás se debe mostrar.
No hay condición tan baja que no tenga esperanzas, ni ninguna tan alta que no inspire temor.
El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.