Frases de napoleon ( 2 )
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La contagiosidad de la delincuencia es como la de la peste.
Con el fin de gobernar, la cuestión no es seguir una teoría más o menos válida, sino construir con los materiales que están a mano. El inevitable debe ser aceptado y convertido en una ventaja.
Entre los que no les gusta la opresión son muchos los que gustan de oprimir.
La opinión pública es el termómetro que un monarca debería consultar constantemente.
La imaginación gobierna el mundo.
Desde las alturas de estas pirámides, cuarenta siglos nos miran.
Los soldados generalmente ganan las batallas, pero los generales obtienen el crédito.
Inglaterra es una nación de tenderos.
En política... Nunca retroceder, nunca retroceder... nunca admitir un error.
La gloria es efímera, pero la oscuridad es para siempre.
Hay que reírse del hombre para evitar llorar por él.
Olvida tus preocupaciones cuando te quites la ropa por la noche.
El que sabe cómo halagar también sabe calumnia.
La verdadera sabiduría es una firme determinación.
El poder es mi amante. He trabajado muy duro en su conquista para permitir que alguien me lo quite.
La única victoria sobre el amor es luchar.
Nada es más difícil, y por lo tanto más precioso, que ser capaz de decidir.
Ya no puedo obedecer; he probado comandar a la gente, y ya no puedo renunciar a ello.
Las personas célebres pierden la dignidad en una vista más cercana.
Deje que el camino esté abierto al talento.
No hay tal cosa como un accidente, sino que es el destino el nombre apropiado.
¿Qué es la historia sino una fábula convenida?
Una imagen vale más que mil palabras.
El hombre fuerte es aquel que es capaz de interceptar a su antojo la comunicación entre los sentidos y la mente.
La religión es lo que mantiene a los pobres de asesinar a los ricos.
No hay que temer a la muerte, muchachos, desafiarlo, y lo conduce en las filas del enemigo.
Los franceses se quejan de todo y siempre.
La historia es un conjunto de mentiras acordadas.
Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo.
Agua, aire y limpieza son los principales artículos de mi botiquín.
Diez personas que hablan hacen más ruido que diez mil que están en silencio.
Para hacer todo lo que uno es capaz de hacer, es ser un hombre; para hacer todo lo que a uno le gustaría hacer, es ser un dios.
La habilidad es nada sin oportunidad.
Pensamientos podamos tener, sin duda, pero no previsiones.
Nunca atribuyas a la malicia lo que se explica adecuadamente por la incompetencia.
La diplomacia es la política en traje de etiqueta.
Los medicamentos solo son aptos para personas mayores.
Una gran reputación es un gran ruido: cuando más aumenta, más se extiende; caen las leyes, las naciones, los monumentos; todo se desmorona. Pero el ruido subsiste.
Un hombre no puede llegar a ser un ateo con solo desearlo.
Una revolución es una idea que ha encontrado sus bayonetas.
