Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Y si protesta el corazon en la farmacia puedes preguntar, tienes pastillas para no soñar?
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Está bien tener sombrero por si se presenta una buena ocasión para quitárselo.
Con su todo es ahora, con su nada es eterno, con su rap y su chotis, con su okupa y su skin, aunque muera el verano y tenga prisa el invierno la primavera sabe que la espero en Madrid.
De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche, hoy por la mañana.
A menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después.
Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación
Era tan pobre que no tenía más que dinero.
El agua apaga al fuego y al ardor los años. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.
El amor es una epidemia que se acaba con el tiempo.
Qué pequeña es la luz de los faros de quien sueña con la libertad.
Lo peor de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos.
Me considero un rojo sin diminutivos. No soy un rojillo, soy un rojo, un rojazo. Y eso no quiere decir comunista, ni socialista, ni anarquista, quiere representar esa hermosísima ideología de hace u...
Nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.
Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.
Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de acuerdo.