Frases filosoficas de desilucion. Encuentra docenas de frases filosoficas de desilucion con fotos para copiar y compartir.
Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
Una persona perezosa es un reloj sin agujas, siendo inútil tanto si anda como si está parado.
El camino del vicio no solamente se desliza, sino que se precipita hacia abajo.
Los cobardes son los que se esconden bajo las normas.
Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
La avaricia lo pierde todo por quererlo todo.
La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.
La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.
La ignorancia es la carga más pesada. Pero quien lo lleva no lo siente.
La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.
El hombre malo puede decantarse a veces hacia el lado de la razón; pero le resulta casi imposible no hacer cuanto conviene para inclinarse a la maldad.
La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado.
La ingratitud es hija de la soberbia.
Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
Nada se puede aceptar de un malvado, so pena de envilecerse.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.
El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de pluma.
Cien veces al día burlamos nuestros propios defectos censurándolos en los demás.
En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima.
Primero son mis dientes que mis parientes.
A veces, cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
La ignorancia es madre del miedo.
Muchos que quisieron traer luz, fueron colgados de un farol.
No hay manto ni sayo que peor siente a la mujer que el querer ser sabia.
La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.
Un hombre sin defectos es un tonto o un hipócrita del que debemos desconfiar.
El diablo es optimista si cree que puede hacer más malo al hombre.
El mal está solo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.
Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.
Los defectos, como las pajas, sobrenadan en la superficie; el que quiere encontrar perlas, debe sumergirse.
La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
El glotón es el sujeto menos estimable de la gastronomía, porque ignora su principio elemental: ¡El arte sublime de masticar!
La probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer bien una vez al año.
Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
Hay defectos que manifiestan un alma bella mejor que ciertas virtudes.
El que todo lo aplaza no dejará nada concluido ni perfecto.
Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.
No hay verdadera felicidad en el egoismo.
Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.