Frases para destruir a los hombres. Encuentra docenas de frases para destruir a los hombres con fotos para copiar y compartir.
Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
Las mujeres son la causa de todas las acciones de los hombres. Hablo porque hay mujeres escuchándome..
Ahora se suele criticar a la televisión por transmitir tanta violencia, cuando más cruel ha sido la Biblia: en sus páginas se come a niños, se llama a matar a los enemigos, se queman casas, se sac...
Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.
Muchas veces pienso que nosotros, los revolucionarios, somos como el sistema capitalista. Sacamos de los hombres y mujeres lo mejor que poseen, y después nos quedamos tan tranquilos viendo cómo term...
El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.
Ten muy presente que los hombres, hagas lo que hagas, siempre serán los mismos.
No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres. Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos.
Ciertos hombres tienen el talento de ver mucho en todo. Pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay, y nada de lo que hay.
Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutra.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. S...
Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.
El gusto por la adulación se debe, en la mayoría de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sí mismos; con las mujeres ocurre al contrario.
Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.
Aprendemos de la experiencia que los hombres nunca aprenden nada de la experiencia.
Los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero.
La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto.
El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.
Lo que los hombres realmente quieren no es el conocimiento sino la certidumbre.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.
Con el poder mantenemos una relación ambigua: sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros, pero nos gusta pensar que, si no existieran los gobiernos, los hombres se abrazarían...
Los hombres más eruditos no son precisamente los más sabios.
La función intelectual de las dificultades es la de conducir a hombres y mujeres a pensar.
El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.
Los hombres que se bastan a sí mismos son inservibles a la verdadera amistad.
El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.
Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
La cólera da ingenio a los hombres apagados, pero los deja en la pobreza.
Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con quienes nos encontramos.
Ningún gobierno puede sostenerse sin el principio del temor así como del deber. Los hombres buenos obedecerán a este último, pero los malos solamente al primero.
Por lo general, los hombres creen fácilmente lo que desean.
El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud.
Los hombres son más elocuentes que las mujeres, pero las mujeres poseen un mayor poder de persuasión.
Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes.