Nombre verdadero de pedro calderon de la braca. Encuentra docenas de nombre verdadero de pedro calderon de la braca con fotos para copiar y compartir.
Aunque la nobleza vive de la parte del que da, el agradecerle está de parte del que recibe; y pues ya dar he sabido, ya tengo con nombre honroso el nombre de generoso; déjame el de agradecido, pues ...
Es parentesco sin sangre una amistad verdadera.
Para templar el daño, consejo muda el prudente.
El que olvidar solicita, no olvida cuando se acuerda de que se acuerda que olvida.
Odiad a vuestros enemigos, como si un día debierais amarlos.
El caer no ha de quitar la gloria del haber subido.
En la más noble lengua la propia alabanza es vil.
En comunidades siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence.
¡Oh que aprisa piensa un vehemente deseo que no hay más que lo que piensa!
La muerte siempre es temprana y no perdona a ninguno.
Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.
Quien vive sin pensar, no puede decir que vive.
Ya veo al cristal del Desengaño, que soy polvo, nada y viento.
No hay razón donde hay fuerza.
Es muy propio hablar más el que más teme.
Quien daña al saber, homicida es de sí mismo.
Si Dios todo lo ha criado, ¿quién no es criado de Dios?.
Cosas hay que aunque se digan, no son para que se entiendan.
Hay delitos tales, que atentas las leyes se los dejaron sin pronunciarles sentencia, por no prevenir que habría quien los cometiese.
Palaciegas discreciones, poco fruto y mucho ruido.
Es un examen muy fuerte, una experiencia muy nueva y muy rigurosa prueba, poner al que está mortal en los labios el cristal, y decide que no beba.
Yo salí de Granada, y vine a ver, la gran villa de Madrid, esta nueva Babilonia, donde verás confundir en variedades y lenguas el ingenio más sutil.
¡qué presto se consolaron, los vivos de quien murió¡, y más cuando el tal difunto, mucha hacienda les dejó.
Es muy puntual el diablo.
Tenemos un Cielo tan piadoso, que no envía el daño sin el remedio.
No hables mal de las mujeres: la más humilde, te digo que es digna de estimación, porque, al fin, de ellas nacimos.
Fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos.
A quien aspira a reinar cada hermano es un estorbo.
La majestad y la grandeza no está en ser uno señor, sino en que por tal le tengan.
La intención hace el agravio.
¿qué es la vida? un frenesí. ¿qué es la vida? una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
El silencio es retórica de amantes.
La voz del pueblo es la más sonora salva.
Nunca el pobre es ni bien ni mal nacido; bien, porque otro ha de dudarlo; mal, porque él no ha de decirlo.
En las venturas de amor, dice el que más calla.
Dichas que se pierden son desdichas más grandes.
El Cielo junta desiguales extremos.
Es centro del demonio el pecho del pecador.
Vencerse a sí mismo un hombre es tan grande hazaña, que solo el que es grande puede atreverse a ejecutarla.
Vencer y perdonar es vencer dos veces.