A veces la clave está en darle tiempo al tiempo, él se encargará de poner todo en su lugar.
La única diferencia entre un buen día y un mal día es tu actitud.
Si no te gusta lo que haces, no lo hagas.
Incluso la noche más oscura terminará y el sol saldrá.
Para que los cambios tengan un valor verdadero deben ser consistentes y duraderos.