De la mujer, del tiempo y la mar, poco hay que fiar.
No hay desarrollo único, ya sea en la tecnología o la gestión técnica, que por sí mismo incluso promete una mejora de un orden de magnitud dentro de una década de la productividad, en la fiabili...
En el lenguaje de la poesía, donde se pesa cada palabra, nada es normal o normal. Ni una sola piedra y ni una sola nube sobre él. Ni un solo día y no una sola noche después de ella. Y, sobre todo,...
Triste es el hombre en el que nada queda de niño
Soy Alekhine, campeón mundial de ajedrez. Tengo un gato llamado 'Ajedrez'. No necesito pasaporte