Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid.
Joaquín Sabina
Sí, eso es el bien: perdonar el mal. No hay otro bien.
Lo que las ideologías dividen al hombre. . . El amor con sus hilos los une en su nombre.
La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.
Abriéndose paso entre la multitud, una amapola en su mano.