El remedio para librarse de una tentación: sucumbir a ella. Si resistís, vuestra alma enfermará de deseo
Oscar Wilde
Mi facultad de decepción sobrepasa el entendimiento. Ella es quien me hace comprender a Buda, pero también es ella quien me impide seguirlo.
La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo.
Esta felicidad consistía en nada más que la armonía de las pocas cosas que me rodean con mi propia existencia, un sentimiento de satisfacción y bienestar que necesitan cambios y no de intensificac...
Los recuerdos son como piedras, el tiempo y la distancia los erosiona como ácido.