Crecí en una família donde las mujeres eran una locura. Ellos no representan alrededor de cardigans haciendo una conversación educada, mientras que los tomates picados.
Nadia Giosia
Debemos rendir cuenta de nuestras acciones ante Dios. Podemos engañar a nuestras familias, a nuestra aldea, a nuestra casta, pero nunca podremos engañar a Dios.
Hay tan muchas historias que se entierran en los árboles de la familia.
Soy un realista eterna y la tasa de éxito para ser un actor es bastante baja.
La insultante opulencia de unos pocos en América Latina al lado de la más intolerable pobreza, son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana.