Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí.
Ovidio
Me atrevo a afirmar que no hay erotismo autentico sin el arte de la ambigüedad; cuando la ambigüedad es poderosa, más viva es la excitación.
El pobre se arruina en el momento en que deja de ser sobrio.
Al norte un ángel yace amordazado. Al este el llanto ordena sus neblinas. Al sur mi tierno haz de palmas finas, y al oeste mi puerta y mi cuidado.
No hay enemigo pequeño.