Adonde interviene el favor y las dádivas, se allanan los riscos y se deshacen las dificultades.
Miguel de Cervantes
El amor que es un necio a los veinte años es un loco del todo a les sesenta.
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
La cantidad de rumores inútiles que un hombre puede soportar es inversamente proporcional a su inteligencia.
Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó.