Nadie se da la muerte en un exceso de razón.
Voltaire
Me he arrepentido de haber hablado, pero nunca de haber guardado silencio.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.
Es, a menudo, más conveniente disimular que vengarse.
El mundo es una comedia para los que piensan y una tragedia para los que sienten.