Injurias y blasfemias, por donde salen entran.
Desde luego, no era capaz de hacerlo cuando yo era un niño que creció en el Lower East Side, que era muy difícil en ese momento para mí para equilibrar lo que realmente creía que era la manera co...
El argot, hijo mío, es un poco ese pariente tarambana a quien todos envidian y todos fingen despreciar.
La no-mutualidad parece una realidad cruel; pero deja de ser cruel cuando decidimos que no necesitamos comunicarnos con nadie puesto que ya somos todos
Cualquier cosa que se haya dicho sobre mí en lo personal no es importante. Cuando canto, creo. Soy honesto