El verdadero carácter de ministerio es un corazón de siervos.
Harold Warner
Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes
Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunc...
No hay ninguna mente femenina. El cerebro no es un órgano de sexo. Además de hablar de un hígado femenino.
El día del juicio final, puede que Dios sea mi abogado de oficio