Para ablandar lo duro del destino ha dado Dios a la mujer el llanto, que es lo que hay en lo humano de divino
Ramón de Campoamor
La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo.
Me duermo en los entierros de mi generación.
En el pequeño mundo en el que los niños tienen su existencia, sea quien sea el que los eduque, nada hay que se perciba y se sienta tan sutilmente como la injusticia
Mi madre y mi padrastro se casaron 43 años, por lo que han visto un matrimonio duradero. Me siento como si tuviera un muy buen modelo a seguir para ello. Y, ya sabes, es solo un número.