Esta es nuestra propuesta: denles una parte de su territorio en Europa, Estados Unidos, Canadá o Alaska para que los judíos puedan establecer su país.
Mahmud Ahmadineyad
La riqueza envilece el alma, complica la existencia y engendra infelicidad, sostenía.
¡Cómo la odio a usted, en realidad, por obligarme a quererla tanto!
Además, olvida usted, señor Otis, que el precio que pagó incluía tanto el castillo como el fantasma...
Somos lo que somos, pero somos también lo que vendrá. (...) Pretendemos ser nuestros deseos y somos mortales. Somos apenas el desdén de lo humano y sobrehumano.