Desde muy pronto pinté los pechos de Sara Montiel, mientras los demás niños daban patadas a un balón.
Tino Casal
Puedo ver el dolor tras tu sonrisa.
Para tener una vida espiritual, uno no necesita entrar en un seminario, ni tiene que hacer ayuno, abstinencia y castidad. Basta con tener fe y aceptar a Dios. A partir de ahí, cada uno se transforma ...
Solo después de casarse descubrió Galip que en la vida de aquella persona anónima a la que las estadísticas y los encasillamientos burocráticos llaman "ama de casa" (aquella mujer con d...
Su profesión le había enseñado a esconder el miedo, a mostrarse impasible ante las tragedias. El lado negro del mundo, sus penalidades y su miseria formaban parte del trabajo cotidiano.