El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
Oscar Wilde
La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo.
La Primera Mujer Que Recorrió Mi Cuerpo...
La primera mujer que recorrió mi cuerpo
tenía labios de maga: labios verdes y azules,
con sabor a fruto silvestre,
con señales indescifrables como la mi...
La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.
La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.