La singularidad siempre parece tener una gota de arrogancia
Thomas Fuller
No creo en Dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia
En cuanto suena la palabra corten me enciendo un cigarrillo.
Acuérdate en adelante, cada vez que algo te contriste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.
Quien tiene ideas, controla el mundo