Lo más grande que ha hecho el hombre se debe al doloroso sentimiento de lo incompleto de su destino. En general, los espíritus mediocres están bastante satisfechos con la vida corriente; redondean, por decirlo de algún modo, su existencia supliendo lo que les pueda faltar con ilusiones vanidosas; pero lo sublime del espíritu, de los sentimientos y de las acciones debe su esplendor a la necesidad de sobrepasar los límites que circunscriben la imaginación.
Germaine de Staël