Sólo los ricos pueden permitirse el lujo de no tener patria.
Ramiro Ledesma Ramos
Olía a yerbas y tenía la piel fría. Supo que amarla era su destino inexorable.
Cuando la generación a la que pertenezco nació, encontró el mundo desprovisto de apoyos para quien tuviese cerebro y corazón al mismo tiempo. El trabajo destructivo de las generaciones anteriores ...
Traidor, siniestro, bandido, lacayo del Gobierno y caradura".
La vida me cambió mucho y no lo supe asumir