El que no pueda lo que quiera, que quiera lo que pueda.
José Ortega y Gasset
Tarea delicada la de apaciguar muchedumbres, porque hacer mucho puede ser tan funesto como no hacer nada.
La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; solo el corazón nos dice lo que es preciso hacer.
Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.
Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo.