No soy hombre que recuse elogios. Les amo; ellos hacen bien al alma y hasta al cuerpo. Las mejores digestiones de mi vida son las de las cenas en los que soy brindado.
Machado de Assis
En cuclillas, cara a cara con el animal, lo acariciaba cariñosamente, le restregaba con suavidad las orejas, el cuello y los lomos, y daba en ellos amistosos golpecitos, que eran contestados con gru�...
¿Ande vas?, ¿eh?, que ande vas
Una satisfacción que tiene la obligación de cubrir el puesto de otras satisfacciones se convierte rápidamente en una satisfacción demasiado cansada.
¡Destruir su condicionamiento ante la muerte con aquella indecente explosión de dolor, como si la muerte fuese algo horrible, como si la vida de una persona pudiera llegar a importar tanto!