A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
Alphonse de Lamartine
Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería.
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Los dos mayores tiranos del mundo: la casualidad y el tiempo.