Prefiero ser un hombre de paradojas que un hombre de prejuicios.
Jean-Jacques Rousseau
Habla poco y bien, tenerte han por alguien.
Desde que encontré tus labios, como una mariposa al descubrir su miel, necesito tu boca para embriagar tus noches y tus manos sedientas que alimentan mi piel.
La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar.
En la vida no hay clases para principiantes. En seguida exigen de uno lo más difícil.