Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Paulo Coelho
Si los amantes del vino y del amor van al infierno..., vacío debe estar el paraíso.
Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada.
Vale pero millones de veces más la vida de un solo ser humano que todas las propiedades del hombre más rico de la tierra.
De hombres leales, están llenos los hospitales.