Quien lucha por el futuro ya lo vive en el presente.
Ayn Rand
Era un poeta de la luz. Pasaba las horas mirando una copa de árbol, un río, un rostro, una calle y sentía el placer imborrable de quien sueña con un hombre y una mujer y amanece en la vida.
Una posición eminente sin nobleza de carácter, culto sin veneración, prácticas funerarias sin sincero dolor: he aquí situaciones que no soporto.
Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres.
Lo menos que podemos hacer, en servicio de algo, es comprenderlo.