Las mujeres son como las veletas: solo se quedan quietas cuando se oxidan.
Voltaire
Nunca se tiene la libertad de amar o de dejar de amar.
Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.
Nosotros debemos nuestra vida a dios, por eso si se la pagamos hoy, no se la deberemos mañana.
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