Criados, enemigos pagados.
Refrán
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen perdonables.
He preferido estudiar los libros que a los hombres.
En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.