No hay mayor causa de llanto que no poder llorar.
Séneca
Nunca otra cosa damos con tanta liberalidad como nuestros consejos.
Solo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.
Quien no buscó amigos en la alegría, en la desgracia no los pida.
De la mano a la boca se pierde la sopa.