Un hombre vale por lo que construye.
Alejandro Casona
Por todo el mundo hay pequeñas habitaciones donde la gente copula, tozudamente contra toda razón.
A la compañera de viaje, cuyos ojos, encantador paisaje, hacen parecer corto el camino.
El cuerpo canta; la sangre aúlla; la tierra charla; la mar murmura; el cielo calla y el hombre escucha.
Ráfaga de nieve. En sus brazos sofoco.