¿Qué leéis, monseñor? Palabras, palabras, palabras.
William Shakespeare
El corazón quiere lo que quiere. No hay una lógica para estas cosas. Tú conoces a alguien y te enamoras, eso es todo.
Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrolla...
No preocuparse más por lo que otros piensan de lo que piensas. Eso es libertad.
Cuando se está enamorando empieza uno por desilusionarse a sí mismo y acaba por desilusionar a la otra parte interesada.