Caer para levantarse, no es caer.
Mis plantas falsas murieron porque no pretendo regarlas.
La naturaleza es perfecta.
La reforma no es agradable, sino de tristeza; nadie puede reformarse sin sufrimiento y el trabajo duro, ¿cuánto menos una nación.
Si cualquier civilización ha de sobrevivir, es la moralidad del altruismo que los hombres tienen que rechazar.