Han dejado de engañarte, no de quererte. Y te parece que han dejado de quererte.
Antonio Porchia
Con el metro que midas, te medirán.
A la hora de la quema, se verá el humo.
Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.
Hay una gran iglesia para amar, y solo existo para adorar entre columnas de besos un cuerpo que no es humo.