Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie.
Gloria Fuertes
Quien no tiene que esperar, de nada debe desesperarse.
¿Qué perfección es ésta que complace y no subyuga, que admira y no arrastra?.
Sin razón se queja del mar el que otra vez navega.
La juventud del viejo está en el bolsillo.