El hombre que no sabe sonreir, no debe abrir tienda.
Proverbio árabe
¡por fin voy a vivir solo! y, enseguida, me pregunto con quién.
El lenguaje es el vestido de los pensamientos.
Al que madruga, dios lo ayuda.
Los celos cuando son furiosos, producen más crímenes que el interés y ambición.