Mi mano en el diapasón se afirma como una zarpa. Es que voy gritando cosas que me dicta la guitarra.
Atahualpa Yupanqui
No todo término merece el nombre de fin, sino tan solo el que es óptimo.
Cuando, Dormida Tú...
Cuando, dormida tú, me echo en tu alma
y escucho, con mi oído
en tu pecho desnudo,
tu corazón tranquilo, me parece
que, en su latir hondo, sorprendo
el secreto del centro
de...
El perezoso considera suerte el éxito del trabajador.
Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestra única necesidad.