Quien conserva su cabeza de niño, conserva su cabeza.
Antonio Porchia
Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
Tampoco yo he encontrado un hogar. Tarde de otoño.
Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.
Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido.